jueves, 18 de septiembre de 2008

Dulce Tentación por Constanza Falcato


El chocolate, ese dulce que comemos o bebemos con disfrute a cualquier hora del día, y que gusta a gente de todas las edades, sexos, religiones y hasta culturas. Pero… ¿cuál es su origen? ¿Quién fue el (GENIO) que lo descubrió? He aquí algunas de las respuestas a algunas de las preguntas que pueden surgir con respecto a lo que yo, personalmente, considero una delicia.

La historia del chocolate


El árbol de cacao tiene sus orígenes en las tierras tropicales de América del Sur, de la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas; es por esto que la expansión del chocolate comienza con la llegada de los conquistadores españoles a América.


Si bien se dice que Hernán Cortés estuvo entre los primeros europeos que probaron el chocolate, Cristóbal Colón conoció antes el cacao, aunque, se sabe, no le prestó la debida atención. Se cuenta que el Almirante genovés, en 1502, durante su cuarto viaje al Nuevo Mundo, encontró cerca de la Isla de los Pinos una embarcación indígena de 25 remos, la más grande que había visto hasta entonces. Según la misma crónica se trataba de una nave maya, desde la que transbordaron a las carabelas de Colón telas, objetos de cobres y unas semillas que se utilizaban tanto para hacer una bebida, como monedas.
Debido a su valor religioso, los mayas preparaban brebajes de cacao para sacrificios y ritos iniciativos. Así la gran fiesta del cacao, dedicada al dios Chac, o Tlaloc, dios de la lluvia, se celebraba en los cacaoteros. Después de los sacrificios tomaban “tchocolath” - vino de cacao-, obteniendo una bebida fría, espumante, embriagadora de la cual estaba prohibido beber más de tres jarras.
Con respecto al carácter afrodisíaco del chocolate, se creía que tenía poderes y que daba fuerza y vigor sobre quienes lo bebían, ya que estaba constituida por una mezcla de vino o puré fermentado, con el agregado de especias, pimentón y pimienta. Para ese entonces, esta bebida era bastante amarga, pero al parecer muy enriquecedora en el campo del amor.

El chocolate se expande

Al igual que el dólar, la peseta y la lira tienen un valor económico, el cacao sirvió como moneda debido a su valor religioso.
Los comerciantes indígenas llevaban en su hotem –bolsa de cuero enlazada al cuerpo-, semillas de cacao que tenían un valor de moneda legal. Por ejemplo, en aquella época se podía comprar un conejo por ocho semillas de cacao.
En 1522, el franciscano Olmedo, según cuentan algunos historiadores, tuvo a cargo el primer envío de chocolate al Viejo Mundo. Francesco Carletti, quien había viajado por América, introdujo en Italia el chocolate en el año 1606; las cafeterías existentes de Florencia y Venecia se encargaron de difundirlo.
Al comenzar a exhibirse el producto en distintas cafeterías esta receta fue copiada por algunos clubes, que con el transcurso del tiempo se volvieron muy selectos y exclusivos. Por ejemplo, The Cocoa Tree fundado en 1746 y ubicado en la calle St. James 64, y el White´s Cocoa House, ubicado casi al lado del palacio St. James.
En 1679 el chocolate llega a Alemania. La producción de chocolate entra en su etapa industrial, gracias al adelanto tecnológico Germano. Sin embargo, no fueron los alemanes quienes lo desarrollaron, sino los suizos, los ingleses y los belgas.
En 1842, el inglés Jhon Cadbury es quien fabrica por primera vez el chocolate para comer. Joseph Frey, crea un nuevo producto, la manteca de cacao y crea el primer chocolate en tableta, que además contenía licor.
En 1875, el farmacéutico Henry Nestlé, inventa la leche condensada. En 1876, Daniel Peter fabrica el primer chocolate con leche.
Y así, con el tiempo, el chocolate siguió expandiéndose y gustando cada vez a más y más multitudes; hasta el día de hoy, en el que este dulce es prácticamente un “debo” entre los argentinos, y por supuesto en muchos otros países y culturas.



Bibliografía:


http://es.wikipedia.org/wiki/Chocolate
http://www.mundohelado.com/materiasprimas/chocolate/chocolate-historia.htm

1 comentario:

mariana dijo...

Recordemos lo que el cacao habìa prodicido en la madre de Sierva Marìa.
Mbien, Mariana.