El brote de fiebre amarilla que estalló a fines de 2007 en
Brasil, donde ya han habido muertes a causa de la
enfermedad, y se extendió después a Paraguay, pasó a la
vecina Argentina.
El primer caso de fiebre amarilla en Argentina se registró
en la provincia de Misiones, en el noreste del país y
fronteriza con Brasil y Paraguay. Los habitantes paraguayos
recibieron 2 millones de dosis de vacunas adquiridas de un
programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
que se suman a las 800.000 enviadas anteriormente por
Brasil, a las 144.000 por Perú, a 100.000 por Venezuela y
a 50.000 por Bolivia.
Hacía cuatro décadas que en América Latina no existía la
variante urbana de la fiebre amarilla.
La proximidad de los brotes de fiebre amarilla en Paraguay
y Brasil no sólo ha despertado temores entre los
argentinos, sino también malos recuerdos. Es que en 1871
Buenos Aires sufrió una epidemia que en seis meses se
cobró la vida de 14.000 personas sobre una población de
alrededor de 200.000 habitantes.
En aquel momento la ciudad avanzaba hacia una mayor
urbanización, y el hacinamiento y la falta de higiene
contribuyeron a que los mosquitos transmisores de la
fiebre amarilla se reprodujeran y contagiaran la
enfermedad.
Sin embargo, más allá del temor generado por la cercanía
de países con fiebre amarilla y los fantasmas del pasado,
las autoridades y los especialistas han descartado un
brote como el de Paraguay y Brasil, y mucho menos una
epidemia como la que sufrió Buenos Aires en el siglo XIX.
Bibliografía:
http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=47721&pag=1
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7267000/7267326.stm
Brasil, donde ya han habido muertes a causa de la
enfermedad, y se extendió después a Paraguay, pasó a la
vecina Argentina.
El primer caso de fiebre amarilla en Argentina se registró
en la provincia de Misiones, en el noreste del país y
fronteriza con Brasil y Paraguay. Los habitantes paraguayos
recibieron 2 millones de dosis de vacunas adquiridas de un
programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
que se suman a las 800.000 enviadas anteriormente por
Brasil, a las 144.000 por Perú, a 100.000 por Venezuela y
a 50.000 por Bolivia.
Hacía cuatro décadas que en América Latina no existía la
variante urbana de la fiebre amarilla.
La proximidad de los brotes de fiebre amarilla en Paraguay
y Brasil no sólo ha despertado temores entre los
argentinos, sino también malos recuerdos. Es que en 1871
Buenos Aires sufrió una epidemia que en seis meses se
cobró la vida de 14.000 personas sobre una población de
alrededor de 200.000 habitantes.
En aquel momento la ciudad avanzaba hacia una mayor
urbanización, y el hacinamiento y la falta de higiene
contribuyeron a que los mosquitos transmisores de la
fiebre amarilla se reprodujeran y contagiaran la
enfermedad.
Sin embargo, más allá del temor generado por la cercanía
de países con fiebre amarilla y los fantasmas del pasado,
las autoridades y los especialistas han descartado un
brote como el de Paraguay y Brasil, y mucho menos una
epidemia como la que sufrió Buenos Aires en el siglo XIX.
Bibliografía:
http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=47721&pag=1
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7267000/7267326.stm
2 comentarios:
estreno los comentarios de su blog (que atrevida). me encanto el color que eligieron, quedo re lindo.:)
ah! muy bueno el informe sobre la fiebre amarilla.
las amo
besos
agus
wenas muy bueno el blog, la historieta clavada! un beso
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